Os traigo un poema de Miguel Hernández, poeta que conocía muy bien esta fruta, porque su tierra, Orihuela, en Alicante (España) produce algunos de los mejores limones del mundo.
Oh limón amarillo,
patria de mi calentura.
Si te suelto
en el aire,
oh limón
amarillo,
me darás
un relámpago
en resumen
Si te subo
a la punta
de mi índice,
oh limón
amarillo,
me darás
un chinito
coletudo,
y hasta toda
la China,
aunque desde
los ángeles
contemplada.
Si te hundo
mis dientes,
oh agrio
mi amigo,
me darás
un minuto
de mar.